Seamos sinceros: hay pocas cosas más tristes en un almacén que un palet lleno de polvo.
Ya sabes a cuál me refiero. Ese que lleva en la esquina del pasillo 4 desde hace seis meses, ocupando un hueco precioso en tu estantería, mientras tú pasas por delante pensando «ya saldrá». Pero no sale. Y mientras tanto, estás pagando por ese metro cuadrado, por la luz que lo ilumina y por el operario que tiene que esquivarlo para coger lo que sí se vende.
Hoy en Estanterías Estantelda no venimos a darte una clase de contabilidad, sino a hablar de eficiencia real: la rotación de inventarios.
¿Qué es realmente la rotación (explicado sin tecnicismos)?
Imagina que tu almacén es el estómago de tu negocio. La rotación es el metabolismo.
- Rotación alta: Tienes un metabolismo rápido. El producto entra, se coloca en la estantería y sale disparado hacia el cliente. El dinero fluye.
- Rotación baja: Digestión pesada. El producto entra y se «apalanca». Se queda a vivir en tus estanterías. El dinero está quieto, atrapado en forma de cajas de cartón.
Técnicamente, es el número de veces que renuevas todo tu stock en un periodo de tiempo. Si tu rotación es de 4, significa que has vaciado y llenado tu almacén 4 veces al año.
¿Por qué a tu estantería le importa esto?
Aquí es donde entramos nosotros. Como expertos en sistemas de almacenaje, vemos a diario un error clásico: tratar a todos los productos igual.
Si tienes un producto con una rotación altísima (un superventas) guardado en una estantería de difícil acceso o al fondo del almacén, estás perdiendo tiempo en cada pedido. Y al revés: si tienes productos «zombis» (que no se venden) ocupando las zonas de acceso rápido (la «zona caliente»), estás quemando la productividad de tus carretilleros.
3 Señales de que tu rotación necesita un repaso urgente
- El «Efecto Tetris»: Tus operarios pierden tiempo moviendo mercancía antigua para poder hacer hueco a la nueva que acaba de llegar.
- Obsolescencia: Encuentras productos caducados o dañados simplemente porque llevan demasiado tiempo ahí arriba.
- Falta de espacio (falsa): Crees que necesitas alquilar una nave más grande, cuando en realidad lo que necesitas es sacar lo que no se vende.
La solución no siempre es «vender más»
A veces, la solución es organizar mejor.
Para mejorar la rotación, necesitas que tu sistema de estanterías juegue a tu favor, no en tu contra. Aquí tienes dos estrategias rápidas:
- Para lo que vuela (Alta rotación): Usa sistemas de Picking Dinámico o estanterías por gravedad (sistema FIFO: lo primero que entra, es lo primero que sale). Que el producto se deslice hacia el operario. Facilítale la vida.
- Para lo que pesa (Baja rotación): Identifica ese 20% de productos que apenas se mueven. ¿Realmente necesitas tanto stock de eso? Si la respuesta es sí, muévelos a las zonas más altas o menos accesibles de tus estanterías de paletización convencional. Libera el suelo para lo que da dinero.
No dejes que tu stock se estanque: haz que fluya
Un almacén con buena rotación se nota en el ambiente: es fluido, rápido y, sobre todo, rentable. Si al mirar a tu alrededor ves demasiada mercancía cogiendo polvo o pasas más tiempo moviendo cajas viejas que enviando pedidos nuevos, es hora de replantear tu estrategia.
A veces, el problema no es el producto, sino dónde y cómo lo guardas. Echa un vistazo a nuestras Estanterías para almacén y descubre cómo configurar tu espacio para que la mercancía (y tu dinero) se mueva a la velocidad que tu negocio exige.